Lunes y suena el despertador, terminó el fin de semana. Ducha, café, ponte la ropa. En la bolsa ya todo desde la noche anterior, ponerte en marcha veinte minutos. Cierra la puerta, cuatro cerrojos guardan tus metros cuadrados contratados. Por la escalera miras la hora, llegarás a tiempo. Auriculares, música. Tramos de calle hasta el metro, gente en dirección contraria, gente que dejas atrás, gente que te adelanta, como absorbidos, por la boca negra del túnel subterráneo, se introducen y te arrastran con ellos, casi al unisono meten las manos en bolsillos, bolsos o carteras, buscando el pase para las puertas. Bifurcación de caminos, unos a la izquierda otros a la derecha, nadie choca ni tropieza, como un movimiento programado y sin mirarse los unos a los otros, bajas las escaleras. El andén lleno de gente que espera, miras el reloj que indica que faltan cuarenta y cinco segundos para la llegada de tren, faltan cuarenta segundos para la llegada del tren, miras otra vez: faltan treinta segundos para la llegada del tren... el tren entra. Arremolinamiento de individuos buscando las puertas del vagón, atraídos por estas como trozos de metal a una superficie imantada, (todos a la derecha, dirección del tren). Se abren las puertas, la estructura ordenada y rítmica del movimiento general rota por el caos, los que quieren entrar no esperan que salgan los que quieren salir. Te provoca desconcierto que no se siga un orden para subir, mientras lo piensas ya estas dentro, unos se sientan, otros se levantan para ir a las puertas preparando la salida en la siguiente estación.No te has dado cuenta de si ya era de día al salir de casa. Lo que si sabes es que llegarás de noche.Todo el día en la oficina o en una tienda, cafetería o restaurante, tal vez en la calle de comercial o transportista, todo el día en la peluquería o en la caja del supermercado, conduciendo el taxi o el autobús, cuidando niños o mayores... en definitiva: todo el día en el puesto de trabajo.
Te has formado, te has autoprogramado para funcionar en sociedad ¿quién necesita más a quien? estas en el engranaje como pieza prescindible, tu solo como individuo ¿podrías no ser necesario?. Si hoy desapareces, si hoy mueres, lloraran tus allegados la perdida, pero esta máquina seguirá funcionando. Un curriculum brillante, dos carreras... licenciado en... idiomas... encargado de... con dotes para... informática nivel... capacidad de mando y dirección... No debería ser más importante saber conseguir agua y alimentos o encender un fuego sin ayuda de aparatos o artilugios mas que unas baras de madera...
Ya en casa, en el buzón facturas y publicidad. Cena de microondas, un poco de tele, rendido en el sofá se te cierran los ojos... Martes y suena el despertador. Ducha café y ponte la ropa...
Texto: Ricardo Herrera
Ilustración: Kike Palma